En la actualidad ya no es un lujo tener Internet en casa debido a las facilidades en la conexión y a la importancia otorgada en los últimos años como un valioso medio de consulta tanto para niños como adultos. Se accede a enciclopedias virtuales, bibliotecas online y páginas de información que antes era imposible consultar en unos pocos minutos.
Internet es una fuente inagotable de recursos y se comparten todo tipo de información entre personas.
Los niños, gracias a su innata curiosidad y gracias a su facilidad de adaptación a los nuevos medios, se han convertido en usuarios de Internet, y, en muchos casos, en usuarios avanzados.
Pero, ¿como le explicamos el concepto de Internet a una niña de 4 años?
No hay problema, alguien ya lo ha hecho y lo ha compartido con todo el mundo tras su éxito. Podéis leerlo en el texto siguiente, tras lo cual, también sería interesante hablarles de seguridad en Internet.
Ayer, después de haber recibido la pregunta que todo padre teme, estuve 40 minutos explicando la respuesta a mi hija Natalia, de 4 años, la respuesta a la fatídica pregunta: Papá, ¿qué es Internet?.
Con varios dibujos y explicaciones sencillas conseguí que lo entendiera (y le hice varias preguntas para comprobarlo), y al comunicar mi éxito en Google +, muchos me pidieron compartir tanto la explicación como los dibujos, aquí, en wwwhatsnew.com.
Antes de empezar a hablar de ordenadores, contenido digital y transmisión de datos, empecé con un ejemplo sencillo.
El ejemplo de las casas conectadas.
Imaginemos que Natalia quiere jugar con el caballo de madera de su amiga Malú, que vive a 45 minutos de nuestra casa, y que existe un túnel por debajo de la tierra que nos permite llegar a los sitios muy rápidamente. Solo tendría que entrar en el túnel, aparecer casi inmediatamente en casa de Malú, jugar al caballo y volver en cualquier momento.
Ahora imaginemos que las casas de todos los niños del mundo están conectadas con ese túnel, permitiendo que podamos disfrutar de los juguetes de cada uno en cualquier momento, siempre que el niño lo permita, claro.
Cada niño podrá decidir si quiere o no quiere poner sus juguetes en la puerta del túnel, o indicar cuáles quiere compartir y cuáles no.
El ejemplo acabó aquí, aunque podría haberme alargado contando que no todas las casas tienen túnel y que es posible que varios niños puedan jugar con el mismo juguete al mismo tiempo y que no es posible romper los juguetes de otros (bueno, de hecho sí es posible, pero se complicaría el tema).
Una vez entendida la metáfora y hechas las preguntas necesarias para que entienda las ventajas de tener un túnel así, empezamos con Internet, pero no sin antes mostrar el dibujo que fui realizando mientras explicaba el tema:
Ordenadores, teléfonos y TV en el tubo mágico.
Para explicar Internet usé el mundo del cine como protagonista. Ella está acostumbrada a ver películas en el ordenador, así como en la televisión. A veces vemos juntos dibujos animados en Youtube, por eso la palabra Internet aparecía con frecuencia en nuestro día a día.
Imaginemos que estamos viendo unos dibujos animados en nuestro ordenador y queremos que nuestra amiga Malú pueda verlos también. Una forma sería prestarle el DVD y esperar a que nos lo devuelva otro día, pero si existiera un tubo muy largo que pudiera llevar la imagen y el sonido al ordenador de Malú, sería mucho mejor.
Construimos el tubo “mágico” y le decimos a malú que lo enganche a su ordenador (o a su TV, que también puede). Cuando ya tenemos el tubo funcionando, podemos ver la película al mismo tiempo que Malú.
Ahora vamos a conectar otros ordenadores al tubo y echamos un vistazo a ver lo que hay en ellos. Vemos que un niño de China ha puesto un dibujo animado nuevo en el tubo, y otro niño de Argentina ha puesto además fotos de su viaje a Disney, y otro de Francia ha puesto un juego de colorear letras…
Si todos los ordenadores estuvieran conectados con ese tubo, podríamos ver lo que otros ven, jugar a lo que otros juegan, incluso hablar por el tubo para que otros escuchen… es así que ella habla con sus abuelitos, por el tubo mágico que en este caso conecta nuestro ordenador con el teléfono de su casa.
De la misma manera que con el túnel que conecta casas, cada niño del mundo puede decidir qué películas puede compartir, qué fotos quiere que veamos, que juegos pondrá en el tubo, etc.
Si algún día el tubo no funciona, solo podremos ver lo que tenemos en nuestro ordenador, no podremos buscar vídeos en los ordenadores de otros niños, no podremos hablar con los abuelitos, no podremos buscar juegos nuevos… eso es lo que pasa cuando papá dice que no hay Internet.
En esos cables hay muchas cosas, libros sobre la selva, dibujos de animales, fotos del fondo del mar… cualquier cosa que otras personas hayan creado y lo hayan puesto en el tubo para compartirlo con el resto.
En este punto Natalia me preguntó si podía poner en el tubo el dibujo que hizo ayer para que otros niños lo vieran. Le dije que sí, y que de esa forma podría incluso recibir opiniones, comentarios sobre si el color del cielo era bonito o no.
Igual que antes, omití el hecho de que Internet no es solo una red P2P, que existen servidores y filtros de acceso, aunque una vez madurada la idea de los ordenadores conectados en todo el mundo, no será difícil , dentro de unos meses, explicar el concepto de servidores (al fin y al cabo es solo añadir el concepto de ordenadores grandes con muchos tubos conectados y un guardián en la puerta de los tubos).
El segundo dibujo es parecido al primero:
Problemas encontrados:
1 – Ahora quiere que compremos una TV que se conecte a Internet también, igual que la de Malú, así podrá ver las fotos del niño argentino en pantalla grande, desde el sofá.
2 – Cuando dibujé el teléfono de los abuelitos, hice un dibujo de esos que aprendimos cuando éramos pequeños, con el auricular y la ruedecita de los números… lo tuve que borrar cuando me dijo que no sabía qué era eso…
3 – Le tuve que explicar porqué no podía poner el DVD de Blancanieves en el tubo mágico, aunque esa explicación fue bastante peor que la anterior…
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