Como decía una canción del Dúo Dinámico, "el final del verano llegó ..." y aunque oficialmente todavía quedan algunos días hasta el cambio de estación, es llegar Septiembre y nos cambia la cara a todos los padres.
Durante el periodo vacacional nuestros hijos han tenido el tiempo ocupado con actividades lúdicas, despertares tardíos y un sinfín de rutinas veraniegas que suelen ser fáciles de tomar pero difíciles o traumáticas en quitar. Seguro que a muchos padres les ha resultado complicado o imposible que sus hijos dedicaran rato a refrescar lo aprendido durante el curso anterior y no perdieran contacto con los libros.
Que vamos a hacer, para algunos las vacaciones son VA-CA-CIO-NES.
Según los psicólogos uno de los problemas que surgen por estas fechas es el "síndrome postvacacional" que no sólo afecta a los niños, también a adolescentes y adultos. En los niños pueden provocar tristeza o melancolía. Contra ello recomiendan el habituar poco a poco al niño una o dos semanas antes del comienzo del colegio. Entre lo más habitual, despertar al niño cada día un poco antes para que se vaya habituando al madrugón, al igual que ir acostándoles cada día unos 15 minutos más temprano, todo ello para que vayan reacomodando las horas de sueño. No olvidar de hablarles sobre la escuela, el reencuentro con sus compañeros, sobre lo nuevo que va a aprender, etc.
Pero no sólo a los niños les entra el "síndrome postvacacional", también a los padres que cada septiembre les provoca el desempolvar la calculadora para hacer cuentas de los gastos. Ropa, calzado, material y libros de texto.
¡¡Uy, calla, calla, que me da!!
La Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), ha informado de que en centros públicos el gasto será de unos 528 euros, 783 si se trata de uno concertado y la cantidad asciende hasta 1.164 si opta por un colegio privado.
Siempre podemos reducir gastos, algunas veces innecesarios, comprobando el vestuario del año anterior que se puede aprovechar, así como estuches, lápices, libretas ... ¿Por qué comprar una mochila nueva si aún nos sirve la del año pasado? ¿Por qué no esperamos a que se estropee para renovarla? Siempre es socorrido aprovechar la ropa, incluso los uniformes, de hermanos mayores o amigos, y lo mismo con los libros de texto y con otros materiales.
En resumen, el "síndrome postvacacional" es algo que nos duele a todos.
0 comentarios:
Publicar un comentario